Qué palabras pueden salir de nuestras bocas cuando la muerte toca a la puerta?
A veces uno la espera, creyendo estar preparado...pero llega la hora y desearíamos que ese fatal segundo de la mala noticia nunca hubiera llegado.
Clari, luchaste hasta el final con esa nefasta enfermedad. Colaboraste con nuestra Carrera hasta lo último...te pusiste de cajera para cobrar los pollos con mandioca que hicimos para juntar fondos, vendiste las tarjetas para la fiesta que estamos organizando para el mes de noviembre...te acordás?...Sí, cómo no!!!
Un pedido: hablá con Él, indudable que te escucha. Decíle qué pasa con la Geografía aquí en la Tierra...capaz que la Geografía Celestial es distinta, no? Comentále lo gran orquidiófila que sos...dále los nombres científicos de las orquídeas y seguro que Él queda con la boca abierta...
Te dejamos esta plegaria de San Agustín y un álbum de fotos por los buenos momentos que compartimos. Esperamos que te guste.
No llores si me amas,
Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos;
los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso!
Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la belleza ante la cual las bellezas palidecen!
Cómo!...
¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme.
Cuando la muerte venga a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban,
cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a verme,
sentirás que te sigo amando,
que te amé, y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz!
ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por senderos nuevos de Luz...y de Vida...
Enjuga tu llanto y no llores si me amas!
Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos;
los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso!
Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la belleza ante la cual las bellezas palidecen!
Cómo!...
¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?
Créeme.
Cuando la muerte venga a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban,
cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía,
ese día volverás a verme,
sentirás que te sigo amando,
que te amé, y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, feliz!
ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por senderos nuevos de Luz...y de Vida...
Enjuga tu llanto y no llores si me amas!
Hasta el próximo recreo, cuando nos juntemos para tomar unos mates.
Gaia Misiones
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