viernes, 18 de enero de 2008

Geografía Médica y de la Salud: la Fiebre Amarilla

La distribución de las enfermedades constituye un flagelo más para las poblaciones de los países pobres. Las malas condiciones higiénicas en que viven amplias capas de la población y los déficit médicos contribuyen a hacer del mapa sanitario del Tercer Mundo una pintura terrible, radicalmente distinta del relativo estado de salud del mundo desarrollado.

El estudio de la distribución de las enfermedades aporta mucha información sobre los orígenes de las poblaciones humanas. De hecho las enfermedades infecciosas pueden dividirse en viejas y nuevas. Las viejas han acompañado a la humanidad durante miles, quizá millones, de años. Están entre nosotros desde los orígenes de la humanidad, cuando nuestra especie se formó en los parajes tropicales de África. Las viejas enfermedades eran, y siguen siendo, infecciones a las que son susceptibles los cazadores-recolectores nómades, en su mayoría enfermedades bacterianas que se contagian a través del agua de charcas compartidas con animales salvajes así como también dolencias de diversa índole procedentes del contacto con especies próximas o del contagio a través de invertebrados vectores como garrapatas, mosquitos, etc.

Algunas de estas enfermedades las compartimos con un buen número de simios y otros mamíferos africanos (una prueba más de nuestra cuna africana), entre ellas la fiebre amarilla.

La fiebre amarilla o vómito negro, también llamada Plaga Americana, es una enfermedad viral aguda e infecciosa. Causada por “el virus de la fiebre amarilla”, lo amarillo de la enfermedad se refiere a los signos de ictericia (coloración amarillenta de la piel y mucosa, debido a un aumento de la bilirrubina que se acumula en los tejidos, sobre todos aquellos con mayor número de fibras elásticas como el paladar y la conjuntiva) que afectan a algunos pacientes.

La fiebre amarilla es transmitida por el mosquito AEDES AEGYPTI y otros mosquitos de los géneros Aedes, que se encuentran en las zonas tropicales de América y África.

El AEDES AEGYPTI, abunda en zonas húmedas, alrededor de aguas estancadas, y sólo pica durante el día. El período de incubación de la enfermedad se sitúa entre 3 y 7 días. No existe tratamiento eficaz para la fiebre amarilla, justificando la importancia de la vacunación. En 1937 MAX THEILER (virólogo sudafricano), trabajando para la fundación Rockefeller desarrolló una vacuna para la fiebre amarilla, la cual efectivamente protege a aquellas personas que viajan a áreas afectadas, manteniendo a su vez un medio de control de la enfermedad.

La fiebre amarilla ha sido una fuente de epidemias devastadoras. En el pasado, soldados franceses fueron afectados por la fiebre amarilla durante la revolución Haitiana de 1802, en donde más de la mitad de la milicia murió a causa de esta dolencia. Cada nuevo brote era seguido por miles de muertos en las localidades del hemisferio occidental. Hoy a pesar de la existencia de la vacuna contra la enfermedad, varias poblaciones de África y Sudamérica continúan en gran riesgo. La Organización mundial de la Salud (OMS) estima que la fiebre amarilla causa 200,000 enfermos y unas 300,000 muertes por año en poblaciones no vacunadas.

La fiebre amarilla se transmite de un primat
e enfermo a un individuo sano y a través de un agente: el mosquito AEDES AEGYPTI.


Síntomas: fiebre alta repentina, piel y mucosa amarilla, manifestaciones hemorrágicas, sangrado espontáneo de las mucosas.

Prevención: La medida más eficaz y reconocida es la vacunación contra la fiebre amarilla, la cual brinda protección por 10 años, se recomienda vacunarse 10 días antes de ingresar a zonas de riesgos. Protección personal, uso de repelentes, mosquiteros para descansar.

Zonas de Riesgos en la Argentina: fundamentalmente los 750 kilómetros de frontera que posee la provincia de Misiones con el Brasil -Estados de Paraná, Santa Catalina y Río Grande do Sul-, ya que el oeste de los mencionados estados limítrofes con Misiones son áreas endémicas de la fiebre amarilla.

Licenciado Sergio Luis Alberto Páez
Doctorando en Geografía de la USal
Departamento de Geografía
Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”


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