La leyenda de la que partió el nombre de Garganta del Diablo (el salto más imponente de las Cataratas del Iguazú) refleja el amor entre una princesa y un príncipe guaraní, relación que desató la envidia del diablo, quién transformó a la mujer en cascada y al hombre en la vegetación que la rodea, para condenarlos a una eternidad cercana pero sin contacto. Pero el arcoiris que permanentemente une la cascada con la vegetación circundante burló aquella condena.
En tiempos de la colonización el navegante Alvar Núñez Cabeza de Vaca intentó vanamente cambiar el nombre de Garganta del Diablo por el de Santa María, pero las raíces de aquella denominación guaraní se impusieron sobre los deseos del ibérico.
Gaia Misiones
¡Que linda leyenda! y que bueno se haya impuesto los orígenes del nombre "garganta del diablo", en definitiva, prevaleció la sabiduría de nuestros hermanos aborígenes. Un signo de la "resistencia" que podemos hacer siempre que nos quieran imponer "etiquetas" que no nos pertenecen.Tomás.
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