Los
vectores de transmisión de enfermedades como el dengue, el mal de chagas y
otros tipos de zoonosis no conocen de clases sociales, ni de limitación
geográfica: En busca de temperaturas más agradables, migran hacia los sectores
urbanos y sectores que no han sido tradicionalmente endémicos.
Nunca han sabido diferenciar entre una cosa y otra,
pero como producto del calentamiento global y el incremento de las temperaturas
en el planeta, los vectores transmisores de la enfermedad de Chagas en nuestro
continente están aplicando aquella máxima científica de la supervivencia del
más apto y están emigrando hacia las zonas que les ofrecen mejores condiciones
climáticas.
El mismo hecho del cambio de domiciliación del vector también supone que la enfermedad, que tradicionalmente ha afectado a los habitantes de las zonas rurales y más desposeídas, ya no se circunscriba a estos espacios y traspase las barreras de las clases sociales. Un ejemplo de ello lo tuvimos recientemente en la localidad de Oberá, donde se han registrado al menos más de 62 casos en los últimos doce meses; esta situación puso al descubierto la ausencia de políticas preventivas y la falta de recursos, como así también el deterioro ambiental, cada vez más evidente en la región.
El mismo hecho del cambio de domiciliación del vector también supone que la enfermedad, que tradicionalmente ha afectado a los habitantes de las zonas rurales y más desposeídas, ya no se circunscriba a estos espacios y traspase las barreras de las clases sociales. Un ejemplo de ello lo tuvimos recientemente en la localidad de Oberá, donde se han registrado al menos más de 62 casos en los últimos doce meses; esta situación puso al descubierto la ausencia de políticas preventivas y la falta de recursos, como así también el deterioro ambiental, cada vez más evidente en la región.
Es
importante destacar, que la provincia de Misiones en el ámbito nacional es
considerada de Mediano Riesgo para la enfermedad (mal de chagas).
Precisamente, es el mal de chagas una de esas enfermedades catalogadas actualmente como "reemergentes" en el contexto de un planeta más caliente , entre las que también se encuentran el dengue y más de 100 tipos de zoonosis que se transmiten por el contacto entre el hombre con animales, incluso aquellos domesticados.
Eventos naturales que también refuerzan su potencial destructivo por el cambio climático -como tormentas severas y alteraciones en los ciclos de precipitaciones- están incidiendo en la distribución de estos vectores y su migración hacia sitios a los que no pertenecían antes como huéspedes. Tal es el caso del Aedes aegipty -mosquito transmisor del dengue- que ya ha llegado hasta los Estados Unidos; en nuestro país el mosquito vector está presente en 17 de las 23 provincias.
Asimismo, el mal de chagas, se trasmite a partir de La vinchuca o chinche gaucha; cuando está infestada, es el agente vector de mayor importancia sanitaria en nuestro país. Se trata de un insecto de hábitos estrictamente domiciliarios que se encuentran en el 70% del territorio nacional y en mayor cantidad en las regiones de clima cálido y seco. La segunda vía de transmisión de mayor importancia es la transfusión de sangre. Otra vía es la placentaria, por vía digestiva -de la leche de una madre chagásica- y por último por el manejo de animales infectados.
La
realidad es que las llamadas enfermedades “reemergentes”, se extienden rápidamente en la región por el aumento de la
temperatura, con graves implicancias para la sociedad misionera.
Licenciado
Sergio Luís Alberto Páez
Doctorando en Geografía-USal
Dpto. de Geografía. Instituto Montoya
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