
Este tipo de cobertura boscosa, que está presente a lo largo de la región caribeña y los valles andinos del interior de Colombia, tiene una gran riqueza en biodiversidad. La ampliación de la frontera agrícola y ganadera redujo a 1.200 kilómetros cuadrados el área nacional de bosque seco tropical y sólo un 0,8 por ciento de dicha extensión ha sido declarada como “área protegida”.
En el norte colombiano, la serranía de San Lucas, es uno de los remanentes de bosque seco que más preocupa a la comunidad ambientalista internacional, que considera a este macizo aislado uno de los ecosistemas de América más amenazados. En ella se encuentran 374 especies de aves, once de ellas amenazadas o casi amenazadas. Además, este macizo, en el que confluyen los territorios de cinco departamentos, es hábitat de 160 especies botánicas, 84 de importancia forestal, y alberga en su subsuelo una de las minas de oro más grandes de Latinoamérica, con reservas de 1,5 millones de toneladas.

Gaia Misiones
No hay comentarios:
Publicar un comentario