Durante la década de los setenta, los gobiernos militares de Brasil y Argentina diseñaron una estrategia hidroeléctrica en la región. Ésta incluyó la construcción de grandes represas, como las de Itaipú y Yacyretá, con un altísimo costo social y ambiental. A la vez que Paraguay fue parte de estos proyectos y puso sus recursos hidroeléctricos a disposición, el pueblo paraguayo vio restringido el uso de la energía producida, debido a los tratados firmados, por los cuales no puede utilizar libremente la electricidad generada, limitando de esta forma su soberanía y provocando la violación de los derechos humanos de la población, en este caso, a servicios básicos como la electricidad.
La implementación de las dos grandes centrales hidroeléctricas y las terribles consecuencias sociales y ecológicas que tuvo su puesta en marcha continúan incrementándose hoy día. Yacyretá afectó a 80.000 mil personas en Encarnación -Paraguay- e inundó unas 160.000 hectáreas en Paraguay y Argentina, provocando el desplazamiento de poblaciones y la pérdida de biodiversidad.
Así se empezó a generar una deuda histórica, social y ecológica que espera ser resarcida, restaurada y reparada.
El artículo completo:
Licenciado Sergio Luis Alberto Páez
Departamento de Geografía
Instituto Superior "Antonio Ruiz de Montoya"
Departamento de Geografía
Instituto Superior "Antonio Ruiz de Montoya"
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