La Tierra ha temblado cuatro veces, con mayor o
menor intensidad, en el continente americano. Ocurrió apenas 15 días después de
que lo hiciera al otro lado del Pacífico, en Japón.
Y aunque se trata de fenómenos sin relación directa,
coinciden en un área en forma de herradura con la alta actividad sísmica, el
llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia. El 20 de
julio el temblor de magnitud 6,6 en la escala de Richter ocurrido cerca de las
islas Kuriles administradas por Rusia se dejó sentir en el noroeste de Japón.
En menos de un mes, el 12 y el 17 de agosto, tembló en Ecuador, debido a dos
sismos de magnitud 5,1 y 4,7. El 14 de el mismo mes los chilenos notaron el
suelo moverse en el norte del país, con una fuerza de 5,7.
En una semana ocurrió el terremoto de Tampa, en
California, Estados Unidos. Y el movimiento telúrico más reciente y de mayor
magnitud, de 6,9 tuvo lugar en Perú, el pasado martes 26 de agosto. Todos estos
países pertenecen al Cinturón de Fuego del Pacífico, también conocido como
Cinturón Circumpacífico o Anillo de Fuego. Una media luna invertida que resulta
de unir Chile con Nueva Zelanda, siguiendo la Costa, con una línea imaginaria,
la famosa herradura.
Un Cinturón sísmico:
En el Cinturón de Fuego del Pacífico tiene lugar el
90% de todos los sismos del mundo y el 80% de los terremotos más grandes,
explico a BBC Mundo el director del área de sismología del Instituto Geofísico
del Perú (IGP), Hernando Taveras. En este Cinturón de unos 40.000 kilómetros de
longitud se sitúan, además de los países
mencionados, Bolivia, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El
Salvador, Honduras, Guatemala, México y parte de Canadá, por un lado del
océano. A la altura de las Islas Aleutianas, en el Norte del Océano Pacífico,
entre Alaska y la península de Kamchatka, se encuentra la curva superior de la
herradura, que dobla después para incluir a la costa y las islas de Rusia, Taiwán,
Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Nueva Zelanda, por el otro.
El
lecho del Océano Pacífico reposa sobre varias placas tectónicas y el lecho de
que la actividad sísmica sea intensa en el Anillo de Fuego se debe a la
convergencia de éstas y su fricción, lo que hace que se acumule tensión a
liberar, señaló Taveras. Según explica el experto, en el caso del sismo de Perú
la placa de Nazca se subdujo o hundió bajo las placas Sudamericanas. Y el de
California fue un evento asociado a la fricción de las Placas de Norteamérica y
la del Pacífico, añadió.
Gaia Misiones
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