Debido al
gran tornado de categoría EF4, con vientos
de más de 320km/h, que ayer lunes ha dejado cerca
de una treintena de víctimas en
Moore, estado de Oklahoma, surge una gran incertidumbre por saber cómo se
forman estas manifestaciones tan imponentes y poderosas de la naturaleza.
Cabe
destacar, que el sitio por
excelencia para la formación de los tornados es Estados Unidos, y más concretamente las grandes llanuras estadounidenses del sudeste y centro del país,
conocidas también como el “corredor de los tornados” que abarca principalmente
los estados de Texas, Oklahoma, Kansas y Nebraska.
En este
sitio del planeta, se dan sobre todo en los meses de abril y mayo, las condiciones ideales para la
formación de las supercélulas,
que son unas tormentas especialmente virulentas y las únicas capaces del
albergar tornados.
Para que se formen estas supercélulas son al menos necesarios los siguientes ingredientes:
Para que se formen estas supercélulas son al menos necesarios los siguientes ingredientes:
- Una masa de aire muy cálida y cargada de humedad. En el caso de los Estados Unidos, las masas de aire provenientes del Golfo de México cumplen perfectamente con lo indicado.
- También es necesaria otra masa de aire mucho más fría y seca. Igualmente, son muy comunes las que descienden por Canadá y avanzan rápidamente por terreno estadounidense.
Además, cuanta más diferencia de humedad y temperatura haya
entre estas dos masas de aire, la
inestabilidad será mayor, y más opciones habrá de tener grandes tornados de
similares características al que ayer se produjo en Oklahoma.
Y es que
para nada estamos hablando de un tornado común, ya que las primeras
estimaciones hablan de velocidades de viento de 320km/h y de un diámetro
aproximado de un 3km.
Por
suerte, estos grandes tornados son poco habituales y se estima que tan sólo un
1% de todos lo que se producen en la tierra alcanzan la categoría EF4 o EF5 y
muchos de ellos, por supuesto, afectan a sitios no poblados.
También
son muchas las preguntas, acerca de si se hubieran podido evitar sus mortales
consecuencias. Pero la verdad, es que a pesar de haberse emitido todo tipo de
alertas y de haberse cumplido los pronósticos meteorológicos, aún es imposible saber con más de unos
30 o 40 minutos de antelación,
donde se va a producir un tornado. Por lo tanto, además de evacuar las zonas
con previsión de tornados o albergarse en refugios anti tornados, poco más se
puede hacer.
Además,
otra de las características de las supercélulas tornádicas, es que siguen un rumbo bastante
errático y a día de hoy es
imposible predecir con precisión el rumbo exacto que tomarán los tornados una
vez que hayan tocado tierra.
Por otro
lado, que gran parte de las construcciones de la zona afectada sean de madera,
para nada ha aumentando el número de víctimas mortales.
Un
tornado de tal virulencia, con vientos de más de 320km/h, también es capaz de destruir una vivienda
con una construcción más tradicional de hormigón. Además, las consecuencias
serían incluso peores, ya que en caso de derrumbe, el mayor peso del hormigón
causaría destrozos más cuantiosos al impactar contra otros objetos o viviendas.
La única
forma de estar a salvo ante un tornado de similares características, es con la
construcción de un bunker anti
tornados, que no es más que un refugio bajo tierra que lógicamente no está
expuesto a estos vientos tan virulentos.
Por
último, hay otro motivo que tiene mucho peso a la hora de que la mayoría de las
casas sean de madera. Y es que, ante una catástrofe igual o de similares
características a la de Oklahoma, es mucho
menos costoso y más rápido levantar y construir este tipo de edificaciones,
que rehabilitar la zona con las casas de hormigón.
Gaia Misiones
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