martes, 12 de junio de 2012

Antonio Ruiz de Montoya, Patrono de nuestro Instituto.

Nació el 13 de junio de 1585 en Lima, Perú, a los 24 años ingresó a la Compañía de Jesús. Después de seguir el noviciado en el Colegio Máximo de San Pablo de Lima, viajó a la actual Argentina por cuatro años, en donde siguió los estudios de teología y filosofía en Córdoba. Una vez concluídos sus estudios, fue destinado a las reducciones de aborígenes guaraníes en los actuales territorios de Brasil, Argentina y Paraguay a trabajar con los indígenas. 

Los 25 años que se mantuvo firme en las reducciones hablan del fervor misionero que tuvo. Identificó sus labores cristianas como si fueran aventuras interculturales, aprendiendo la lengua guaraní y conociendo sus costumbres y su entorno geográfico. Fundó 13 reducciones, lo que supuso la construcción de iglesias, centros de producción agrícola y pequeñas ciudades que muchos decían se asemejaban al “Paraíso”, o como decían los mismos guaraníes eran “tierras sin mal”.

En el año 1628 realizó una hazaña, al lograr que mas de doce mil guaraníes atravesaran cerca de mil kilómetros, desde la región de Guayrá (ahora Brasil) hasta Misiones en la Argentina, para protegerlos de los bandeirantes, quienes empezaron a esclavizar a los nativos para venderlos en las haciendas. La travesía culminó con la refundación de las reducciones de San Ignacio Miní y Nuestra Señora de Loreto, a orillas del arroyo Yabebirí, en la provincia de Misiones, Argentina.

Será hasta 1637 que abandonará para siempre las reducciones guaraníes. Emprendió un viaje a Madrid, en el que su creatividad y deseo de aprender no cesaron. En esa época publica una gramática y un diccionario de lengua guaraní, así como La Conquista Espiritual, crónica en la que muestra conocimientos de geografía, etnografía y biología. Igualmente sus trabajos sobre la lengua guaraní, así como un Catecismo en ese idioma, serían publicados en 1640. Hacia 1643, parte del puerto de Cádiz, con destino a Perú. Aproximadamente hacia 1648, escribe un tratado de mística, llamado Silex del divino Amor y rapto del Ánima en el conocimiento de la causa primera, correspondiendo a un pedido de su amigo Francisco del Castillo quien quería tener un mejor método para orar. 

Desde 1650, su salud empezó a deteriorarse y finalmente falleció el 11 de abril de 1652, habiéndole dado la extremaución su discípulo y amigo Francisco del Castillo. Según versiones antiguas sus restos fueron pedidos y recogidos por misioneros y nativos guaraníes, que pensaron que el mejor homenaje que se le podía hacer, era depositar sus restos en las tierras donde vivió sus años más importantes, según estas versiones sus restos estarían en la Misión Jesuitica-Guaraní de Nuestra Señora de Loreto en Misiones, Argentina.
En homenaje, el Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”, de la ciudad de Posadas, Misiones/Argentina, lleva su nombre, por tal fecunda labor llevada a cabo en estas tierras misioneras.

Gaia Misiones

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