lunes, 15 de junio de 2009

Diamante, suelo blanco... Paisajes coloridos


Aprovechando el fin de semana largo del 25 de mayo, pude visitar la provincia de Entre Ríos: su capital Paraná -situada a 758 kilómetros de Posadas, la capital de Misiones- y Diamante una ciudad cercana con aproximadamente 18.000 habitantes. El acceso a esta última es por ruta provincial Nº 11 y me recibe un paisaje que presenta al camino rodeado por campos cubiertos de soja y ganado vacuno, demostrándome que el suelo se muestra generoso para el cultivo y la ganadería. Su puerto, el único de ultramar de la provincia, es el orgullo de la ciudad; y su ribera acariciada por el Paraná, es un lugar destacado para la pesca.

Dos eventos de gran importancia invitan a los visitantes a la ciudad de Diamante: el Festival Nacional de Jineteada y Folclore y el Motoencuentro que se realiza en el mes de septiembre y congrega anualmente a miles de motociclistas de distintos puntos del país y el extranjero.

Lomadas y barrancas componen su relieve característico y en la hondonada están el río y los árboles. Su apreciable e inimitable verde intenso y el aire puro, las extensiones de arena blanca irrumpiendo al pie de los sauces, y hacia el horizonte, la inmensidad del cielo, todo se entremezcla brindándole al turista un espacio sano y atractivo.

En las afueras de la ciudad se encuentra el Parque Nacional PRE- DELTA -al sudoeste de la provincia de Entre Ríos-. Recostado sobre la margen del río Paraná constituye actualmente un atractivo punto de encuentro con la naturaleza más pura y la tranquilidad más codiciada. El lugar presenta un enorme parquizado especial para la recreación, en familia o con amigos.

Selva en galería, lagunas interiores, islas, forman el paisaje del Parque Nacional Pre-Delta, que se extiende por 2.458 hectáreas aptas de conocer mediante caminatas guiadas.

En la zona de lagunas la riqueza faunística de este espacio protegido pone ante mis ojos la diversidad de aves acuáticas que allí se pueden apreciar: patos, cigüeñas, garzas blancas, martín pescadores, entre otros.

En el área urbana pude observar su plaza central llamada San Martín, la misma se encuentra rodeada por las principales instituciones como ser la Municipalidad, la Parroquia “Santos Cipriano y Francisco Javier”, el Colegio “Santa Maria” de las hermanas Basilianas, entre otras.

El maravilloso río Paraná discurre acompañado por abundantes montes de espinillos y desde los miradores se observa un paisaje fabuloso con una vista al río que despierta la admiración de todos los visitantes.

También un sendero peatonal parte desde el paraje La Azotea permitiendo la observación de bosques de sauces criollos, entre otras bellezas propias de esta región isleña y pude apreciar los densos pajonales, irupés y camalotes, cuyas enormes hojas circulares flotan sobre las aguas.

Todas estas maravillas de la “Ciudad Blanca” -denominada así por su suelo arcilloso y silíceo- impactaron mis sentidos.

Para concluir, quiero destacar la cordialidad de sus habitantes que me invitan a volver a visitar la Provincia de Entre Ríos.

Omar Krasuscki
Alumno de la Tercera Instancia
Profesorado en Geografía
Instituto Superior "Antonio Ruiz de Montoya"


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