miércoles, 16 de julio de 2008

Geografía Turística: “MISIONES Y LOS PATRIMONIOS DE LA HUMANIDAD”

Después de la Primera Guerra Mundial surgió la idea de crear un movimiento internacional de protección de importantes testimonios del pasado que se encontrasen fuera de Europa. Pero el acontecimiento que suscitó una verdadera toma de conciencia internacional fue la decisión de construir la gran presa de Asuán, en el norte de África, con la que se inundaría el valle donde se encontraban los templos de Abú Simbel, tesoros de la civilización del antiguo Egipto. En 1959 la UNESCO decidió lanzar una campaña internacional, a raíz de un llamamiento de los gobiernos de Egipto y Sudán. Los templos de Abú Simbel y Filae fueron desmontados, trasladados y montados nuevamente.

El éxito obtenido estimuló otras campañas de protección, como la de Venecia en Italia. En una conferencia celebrada en 1965 en Washington D.C., se hizo un llamamiento para la creación de una fundación del Patrimonio Mundial que estimulara la cooperación internacional con el fin de proteger para el presente y futuro de la humanidad los sitios naturales y paisajes espectaculares del mundo así como los sitios históricos. Es así como surgió la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural; la cual fue aprobada por la Conferencia General de la UNESCO el 16 de noviembre de 1972.

Al Patrimonio de la Humanidad, se lo clasifica en dos grandes grupos: natural y cultural, entendiéndose como Patrimonio Natural a los recursos de la naturaleza lo que permite la revalorización del concepto paisaje y al Patrimonio Cultural se lo puede definir como un conjunto de obras de arte, de monumentos históricos o literarios que pertenecen a una nación y que son objeto de protección legal por parte del Estado.

Los bienes naturales que pertenecen al Patrimonio Natural de la Humanidad, deben ser ejemplos eminentemente representativos de los grandes períodos de la historia de la Tierra, incluido el testimonio de la vida; representar fenómenos naturales o constituir áreas de una belleza natural y una importancia estética excepcionales; contener los hábitats más representativos e importantes para la conservación in situ de la diversidad biológica.

Los bienes culturales del Patrimonio Cultural de la Humanidad, deben representar una obra maestra del genio creador humano o ser la manifestación de un intercambio considerable durante un determinado período o en un área cultural específica, en el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales etc., ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de manifestación cultural o de un paisaje que ilustre una o más etapas significativas de la historia de la humanidad.

En este sentido la provincia de Misiones, cuenta con dos Patrimonios de la Humanidad, uno Natural y otro Cultural.

Las Cataratas del Iguazú, uno de los escenarios naturales más fascinantes de América del Sur forman parte del Patrimonio natural de la Humanidad de la UNESCO a partir de 1984.

Las Misiones Jesuíticas (San Ignacio Miní, Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y Santa María la Mayor), constituyen el fiel testimonio de la antigua vida cultural de la región y de la labor de la Compañía de Jesús, declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año 1984.
Nuestra tierra colorada con sus 30,000 kilómetros cuadrados de superficie, siendo una de las provincias más pequeñas de la argentina, deslumbra al mundo entero con sus atractivos turísticos y Patrimonios Mundiales de la Humanidad.

Licenciado Sergio Luis Alberto Páez
Departamento de Geografía
Instituto Superior “Antonio Ruiz de Montoya”

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