Conocido en lengua tibetana como BOD-YUL, o en mandarín con el nombre de HSI-TSANG, el Tibet fue anexionado por China en 1951. Desde entonces es una provincia más de la República Popular aunque, tras 50 años, los tibetanos siguen sin aceptar esta dominación.
El Tibet es un inmenso altiplano situado al norte de la gran cadena del Himalaya, con extensas áreas entre cuatro mil y los cinco mil metros de altitud. Con una extensión de 1.200.000 kilómetros cuadrados –aproximadamente el doble que España-, se prolonga 2.600 kilómetros en longitud este-oeste, y en una anchura norte-sur de 1.250 kilómetros. Con tan sólo tres millones de habitantes, existen grandes territorios deshabitados.
En tierras tibetanas nacen algunos de los más grandes ríos de Asia: Indo, Brahmaputra, Sutlej y Arun.
El lado septentrional se ve libre de los monzones, por lo que el régimen de precipitaciones es infinitamente más reducido. Las altas planicies tibetanas reciben las frías masas de aire del norte. El resultado es un duro clima continental, seco y con temperaturas extremas, tanto en invierno como en verano. Los suelos son de carácter semidesértico, desprovistos de vegetación casi por completo. La lengua oficial es el mandarín, aunque en el Tibet se hablan otros muchos idiomas, y de manera especial el tibetano. La “ciudad santa”, capital del Tibet (Lhasa) cuenta con la población más grande del país. Centro espiritual, fue la residencia del Dalai Lama hasta su exilio.
En los últimos días el Centro tibetano para la Democracia y los Derechos Humanos en la India, denunció un Genocidio Cultural en el Tibet por parte del gobierno Chino, se habla de la muerte de una cien personas durante disturbios en Lhasa, según el Dalai Lama en el Tibet se vive un Régimen de Terror. Los tibetanos reclaman su “Autonomía”, sin pedidos de “Separación”.
Licenciado Sergio Páez
Departamento de Geografía
Intituto Superior "Antonio Ruiz de Montoya"
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