sábado, 27 de septiembre de 2008

Garabí: acuerdos políticos e impacto ambiental

La alianza estratégica entre Argentina y Brasil, se tradujo recientemente en una serie de anuncios para afianzar la relación entre los dos grandes socios del Mercosur.

Un lugar importante en los acuerdos sellados entre Cristina Kirchner y Luiz Inacio Lula da Silva, consiguió el tema energético. Ambos mandatarios firmaron un compromiso para que en dos años se lance la licitación para la construcción de la represa hidroeléctrica de Garabí, sobre el río Uruguay.

Cabe destacar, que distintas organizaciones ecologistas, se oponen a la construcción de Garabí, por considerar los múltiples problemas que las represas causan en los ríos, alterando sus cauces normales, inundando, afectando y desplazando a las personas de sus comunidades, destruyendo lugares históricos y causando pérdida de biodiversidad.

El proyecto Hidroeléctrico de Garabí, afecta a áreas correspondientes a las provincias de Corrientes y Misiones en Argentina y del Estado de Río Grande do Sul en Brasil. Las ciudades más cercanas son: Apóstoles (47 kilómetros) y Gobernador Virasoro (48 Km.), en Argentina, y Sao Borja (100 Km.) y Sao Nicolau (35Km.) en Brasil. De concretarse Garabí hacia el año 2011, será la primera represa argentino-brasileña.

El proyecto, se completó en 1989. En la década del 90 y principios de la actual, Argentina contó con gas a bajo costo, lo que motivó que las centrales térmicas a ciclo combinado parecieran más económicas que las hidráulicas. Por ese motivo, en los últimos años, no se construyeron centrales hidroeléctricas en la Argentina y el proyecto Garabí fue archivado; pero hoy ante una situación de crisis energética Garabí nuevamente sale a flote, sin tener en cuenta en lo más mínimo el alto impacto social y ambiental que implica la construcción de una represa hidroeléctrica en latitudes subtropicales como la nuestra.

Con la construcción de nuevas represas, se producirá un aumento de las áreas inundadas, las aguas de los lagos, como la de los arroyos tributarios tanto urbanos como rurales, con aporte de nutrientes, ampliarán la posibilidad de incremento de vectores.

En este sentido, la provincia de Misiones ya sufre las consecuencias de Yacyretá: dengue, leishmaniasis visceral y cutánea, paludismo, y fiebre amarilla. La elevación de la altura del agua, por supuesto, creará un gran aumento de las superficies cubiertas, tanto en el embalse, como en los arroyos que desembocan en él, lo cual expulsará de sus hábitat a todos los seres vivientes de la zona inundada, activando también la migración de vectores silvestres, como roedores y marsupiales, a áreas pobladas, permitiendo la instalación en ellas de enfermedades de ocurrencia hasta poco tiempo exclusiva en zonas rurales como leptopirosis y como resultado de la tala de la vegetación, en las costas de inundación y en las islas, se podrá activar la migración del murciélago portador del virus rábico.

Las altas temperaturas promedio registradas en la región sumadas a la falta de obras que tiendan al saneamiento básico, la ausencia de redes cloacales y plantas de tratamientos, la falta de control en la eliminación de los desechos industriales serán hechos que sin dudas, contribuirán a aumentar el riesgo de propagación de enfermedades.

Una vez más, queda demostrado cómo la coyuntura política supera el tratamiento de las cuestiones estructurales de la política de ordenamiento territorial en la Argentina.

Licenciado Sergio Luís Alberto Páez
Departamento de Geografía
Instituto Superior “Antonio Ruiz deMontoya”

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1 comentario:

  1. HOLZ, Eduardo Rolando (Posadas Misiones)7 de agosto de 2010, 11:00

    Esta construcción no afecta a Brasil pero si a la Argentina. Digo que NO a la construccion de garabi.

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